Mi penúltima nota fue sobre la primera vez que vi nieve caer aquí en Worcester. Estaba muy asombrada y realmente feliz del trabajo de la naturaleza.
Pues resulta que cae más, y vuelve a caer y sigue cayendo. Y yo me asombro más, me vuelvo a asombrar y me sigo asombrando.
Lo real maravilloso sigue tocando mi puerta.